viernes, 4 de mayo de 2012

Edad Media


La Edad Media suele ser situada por los historiadores entre dos sucesos de suma importancia. El primero, que marca su inicio, se le atribuye a la caída del Imperio Romano de Occidente (476), dándole fin al período de la Edad Antigua o Clásica.
La Edad Media se divide en dos etapas: la Alta Edad Media y la Baja Edad Media
 
http://www.youtube.com/watch?v=VusUCIzDacI

Alta Edad Media


La Alta Edad Media comprende el periodo que va desde la caída del Imperio Romanode Occidente hasta el resurgir de la cultura y economía alrededor del año 1000.Es una època de claroscuros y fuertes contrastes.
En este periodo Europa se vió sacudida por varias oleadas de invasiones a la vez que se fue fraguando un modelo de sociedad marcado por la relaciones personales de dependencia y fidelidad entre señores y vasallos: el Feudalismo.
Las primeras invasiones Germánicas ponen fin al Imperio Romano de Occidente, la segunda oleada consolidará, con sus aportaciones en formas de vidas e instuituciones, laorganización de la Europa Feudal.
La debilidad del poder político agudizara la ruralización ya iniciada desde el s. III d.C; la gente abandona las ciudades y se establece en el campo ,el comercio se estanca y la moneda apenas circula.
La cultura como toda la sociedad estab controlada por la Iglesia, los Monasterios son los encargados de recoger todo el saber anterior.
Se difunde el arte Románico.
Arte Románico : http://artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1359.html




Feudalismo



 El feudalismo es el   régimen político, social y económico que alcanzó su máximo apogeo en Europa occidental entre los siglos lX y Xl. 



    Se organiza en torno a una sociedad estamental ( grupos sociales cerrados y jerarquizados privilegiados y no privilegiados- establecidos por Dios)                          


Basados en los lazos de dependencia y de vasallaje(compromiso personal a través de un juramento público en el que el señor-ofrece protección al vasallo- a cambio de su fidelidad, traducida en una serie de servicios. 





Cada feudo estaba orientado al autoabastecimiento: producía todo lo necesario para la subsistencia de sus habitantes (alimento, vestido, herramientas...).
Se trata, pues, de una economía agrícola-ganadera de subsistencia y autárquica, no se traen apenas productos de fuera del feudo y se sacan muy pocos productos de él: los pocos excedentes se venden en el mercado semanal del burgo.

Baja Edad Media.


A partir del Xl se produce un crecimiento de población debido al aumento de la producción agrícola y ganadera (mejora de las técnicas, extensión de nuevos cultivos como verduras, frutas.., aumento de tierras cultivables, etc).
Parte de la población se traslada a los “burgos” surgidos en torno a las antiguas ciudades romanas, alrededor de un castillo o monasterio, donde se celebraba una –feria- semanal. Sus habitantes forman una nueva clase social, dedicada al comercio y a la artesanía (burguesía).Se produce un desarrollo del comercio a larga distancia, marítimo y terrestre. El desarrollo mercantil intensifica la circulación monetaria, Son los comienzos de la banca y de las sociedades mercantiles que se desarrollarán en la Edad Moderna.
La mejor expresión del esplendor urbano lo constituyen las catedrales Góticas.
 

Personajes destacados de la Edad Media


Sus personajes principales fueron San Luis de Francia (Luis IX), Carlomagno y Cristobal Colón entre muchos otros. Luis IX caracterizó a la perfección el período: una profunda devoción y fe, condimentada con el espíritu guerrero de la nobleza.
Carlomagno fue quien impulsó un gran avance cultural y legislativo unificando y completando las leyes de los pueblos que se encontraban bajo su mando. También fue durante su mandato un período de prosperidad arquitectónica, siendo numerosas las obras de gran valor que fueron construidas en aquella época.

En cuanto a Cristobal Colón, fue el personaje más destacado dentro de una era de exploraciones que llevaron al descubrimiento de América, expandiendo las raíces europeas en el nuevo continente y marcando el fin de la Edad Media.

Educación en la Edad Media


El cristianismo con su poder divino se había encargado de transformar el mundo antiguo en mundo nuevo, y pronto hizo sentir su influjo por todas partes y en todas las cosas. La educación y la instrucción recibieron grande impulso, y presentaron nueva faz conforme con el destino presente y futuro del hombre. 
El espíritu del Evangelio penetraba en la sociedad, y a medida que se extendían sus saludables doctrinas, las escuelas y establecimientos paganos debían someterse, por fin, a la cultura cristiana.
Desde el siglo IV hasta el VI fueron inundadas por los bárbaros casi todas las provincias romanas. Reinaba la desolación por doquiera; a los males que procedían de fuera se agregaban los que eran efecto de las particiones del imperio, de las guerras contra los usurpadores, de impuestos insoportables y de la manera de recaudarlos. Las necesidades, del presente, la incertidumbre del porvenir, que a todos angustiaba, entorpecían los progresos de las ciencias aun en los intervalos de la paz. La escasez del tesoro público no permitía a los emperadores sostener los establecimientos de educación; los pueblos carecían de los medios necesarios de atender a tales servicios y las escuelas desaparecieron insensiblemente. Sin embargo, los hijos de los cristianos debían instruirse en la religión, y los que aspiraban al estado eclesiástico debían prepararse también para su carrera. 
El influjo del cristianismo disponía a pensar en las cosas del cielo, a penetrarse del espíritu de amor y a avanzar en el terreno de la verdad. La Iglesia con su disciplina destruía insensiblemente las costumbres brutales, haciendo que el espíritu predominase a las fuerzas y agilidad del cuerpo. Todas estas circunstancias y el espirito caballeresco que se desarrolló más tarde, contribuyeron en gran manera a los progresos de la civilización en aquella época.
Los franciscanos y dominicos establecieron también escuelas en la edad media para los aspirantes a la orden, y otras distintas para cuantos querían frecuentarlas. Escribieron también algunas obras superiores a las empleadas hasta entonces, y como, sus escuelas estaban en las ciudades, quedaron desiertas las de los benedictinos, aunque las de estos eran superiores.
Desde el siglo XII se establecieron escuelas en los pueblos bajo la vigilancia de las autoridades locales. Estas escuelas sin embargo no diferían gran cosa de las de los conventos, pues que estaban reducidas al estudio de memoria, a causa del grande precio de los libros y el papel. El maestro, auxiliado a veces por los discípulos de mayor edad, recitaba la lección hasta que la mayoría la aprendía de memoria y la explicaba después bien o mal. Cuando disminuyó el precio del papel, se adoptó el método del dictado. En suma, no diferían estas escuelas de las del clero sino en la forma exterior, y servían asimismo, por lo común, para formar eclesiásticos. Decidida la creación de una escuela, se construía un edificio, se fijaba la dotación del maestro y la retribución de los niños, y se nombraba un rector de entre el clero, y la autoridad civil no se cuidaba más de la escuela. Entonces el rector nombraba auxiliares pertenecientes también al clero, y estos eran los encargados de la enseñanza. En el siglo XIV los discípulos de más edad viajaban para frecuentar diversos establecimientos, y esta costumbre, que al principio tuvo por objeto adquirir una educación más esmerada, degeneró por último en una vida vagabunda; así que estas escuelas destruyeron las de los conventos sin contribuir en nada a los progresos de las ciencias. La educación de la masa del pueblo en aquellos tiempos era casi nula. Los estudios clásicos introdujeron después cierta libertad de espíritu, y con ella cambios notables en la educación y enseñanza, los cuáles bajo el influjo del cristianismo prepararon los progresos del porvenir.

miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Y qué pasaba con las personas con necesidades especiales?



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Durante la Baja Edad Media (s. IX - XI) existió una relativa permisividad hacia las tradiciones paganas; la mayoría de las personas recurrían a brujas y magos para resolver sus problemas. Durante este período, cabe destacar también el trato humanitario que los enfermos mentales recibían en los múltiples monasterios; claro está, que quedaban fuera de este trato humanitario todos aquellos enfermos que presentaran conductas violentas o muy desagradables. Pero, a medida que fue transcurriendo el tiempo, la Iglesia católica fue escalando puestos hasta llegar a ser la rectora absoluta de la vida de los ciudadanos, y la estricta moral cristiana choca con la tradición popular apegada durante siglos a costumbres paganas más liberales. El clima de tolerancia inicial comienza inevitablemente a reducirse. A todo esto hay que añadir que se dio un periodo de crisis social (hambre, miseria, peste...) así como innumerables guerras sangrientas.
Según la teología de la época, las posesiones diabólicas podían ser de dos tipos atendiendo a un criterio de voluntariedad de la posesión:
- Entendida como una enfermedad mental: el demonio poseía a su víctima en contra de su voluntad, bien por el abandono de su alma, o bien por el castigo de sus pecados.
- El poseidoo estaba aliado con el demonio, y en el acto de posesión había intervenido un brujo; aunque la diferencia entre este segundo tipo de posesos y los brujos no estaba clara.


Aunque se distinguía entre la auténtica pérdida de la razón y la brujería, no están claros los criterios que se utilizaban para tal distinción, de hecho, apenas se recogen estos procedimientos diagnósticos en los textos de la época.


Aunque la Iglesia creía en la brujería y en la magia, antes del siglo XI, más que animar a creer en supersticiones de brujería, se planteaban ciertas limitaciones.


Los individuos eran ocasionalmente castigados por practicar brujería maléfica pero no eran castigados por ocupar el estatus de brujo o hechicero. La noción de un pacto entre el brujo y el diablo no fue acentuada y, la idea de que las brujas formaban una organización satánica internacional no existía.


Conforme la Iglesia católica se va sintiendo acosada por los movimientos cismáticos, el inicial clima de benevolencia se va transformando en actitudes inflexibles e intransigentes. Con el afán de consolidar su poder y su propia identidad, persiguió los movimientos discordantes y acabó por no diferenciar entre enfermedad mental, posesión y herejía y el destino de todos ellos acabó siendo el mismo.


Llama la atención el hecho de que la mayoría de las encausadas eran mujeres, a las que se le atribuía un insaciable deseo carnal y cierta tendencia a hacer el mal. En cambio, a los hombres se les suponía inmunizados a la posesión dado que Cristo había sido varón. Por lo general, los poseídos eran personas desprotegidas y aisladas en la comunidad . Es muy probable que muchas de las diagnosticadas como brujas no fueran sino ancianas con demencia senil, epilepsia, esquizofrenia, o en general, trastornos mentales que los médicos de la época no podían explicar, o trastornos que las pócimas elaboradas para su curación no podían paliar.
Desde una perspectiva psiquiátrica, la Alta Edad Media se caracterizó por un aumento de la enfermedad mental pero dicho tipo de enfermedad no fue reconocida como tal realmente, sino que los perturbados mentales fueron acusados de brujería. Esta teoría está basada en una serie de datos: las brujas a menudo confesaron haber llevado a cabo actos imposibles, tales como volar por el aire, lo cual puede ser interpretado como testimonios de esquizofrénicos; también se dice de ellos que participaban en orgías nocturnas, y esto se puede interpretar como la existencia de ninfómanos o psicópatas; el hecho de que se informara de que las brujas tenían zonas insensibles al dolor (marcas del diablo) en varias partes del cuerpo podría ser interpretado como casos de histeria. Por otra parte, los histéricos son altamente hipnotizables, lo cual podría explicar el control que el hechicero principal ejercía sobre las brujas subordinadas en las orgías, lo que podría darse por procesos de sugestión en grupo. El hecho de que fueran capaces de resistir a las torturas sin experimentar dolor podría explicarse por la auto-hipnosis. Otro dato que apoyaría esta hipótesis es el hecho de que las brujas eran usualmente mujeres y la histeria se presenta más comúnmente en mujeres que en hombres.
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A todos estos elementos habría que añadir el hecho de que el poseido era interrogado con la intención de que revelara el nombre del brujo que había causado su mal (y de esta manera, el brujo sería ejecutado).